LETRAS CUBANAS
Lepanto. El libro que escribí para Milos
Carlos Augusto Alfonso
Contra la norma, exhausta, de lo literario genérico — es decir, de la literatura como género de sí misma, Carlos Augusto Alfonso, en Lepanto, vuelve a restablecer el vínculo del género con la familia olvidada —es decir, la historia como salón de espejos cuya luna se quiebra cada vez que el poeta se sienta a registrar el recuerdo de lo que entrevió, devolviéndonos su penúltima imagen, y no como mausoleo administrado por los usureros de lo mismo— y la especie: él mismo, en su escritura sin malla de protección, como el otro que nos habita informe, salvo cuando se repara, como nos dice, en aquel “malentendido hecho persona” “que sin saberlo transformó [nuestra] vida”. Lo cual no puede sino querer decir que nos rescató del olvido de sí, de la confusión entre existencia y sentido, confesión tumultuosa y poesía como taladro, ruido que dura poco hacia una luz inmortal para quien venga después, del otro lado del hueco que abrimos para no ahogarnos. Volvamos, entonces, con Carlos Augusto Alfonso, a entrar en el salón de espejos donde único podremos entrever lo que fuimos que dejamos de ser. Para volver a serlo. O, mejor, para terminar de serlo. Sin extenuarlo. En la poesía.
Poemas de otros
Frank Padrón
Escorado en y escoltado por sus poetas de culpa y culto [Frank Padrón nos habla] de la fragilidad de la espesura, de la tristeza del tiempo, de la envoltura pirandelliana de unos abismos que visten muy dispares y certeras apariencias. De que si vivir es ya un acto paradojal e indescriptible, cómo puede serlo menos el arte de gozar las escrituras que un día trataron sin fortuna de emular tamaño privilegio.
RUFO CABALLERO
Los caminos del viento
Julio M. Llanes
Todo cubano que se busca a sí mismo, busca la Isla, se busca en la Isla. Y quien la Isla funda y construye, a sí mismo se hace, desde y hacia aquí mismo se forja. Imposible partir sin volver de algún modo, impensable quebrar sin soñar o emprender compensaciones.
Desde una perspectiva coral, Julio M. Llanes narra historias distantes en el tiempo, partes de una sola y compleja y polémica y extendida anécdota: de dónde llega nuestra nación, qué caminos eligió para hollar y dejar marcados, qué abarca, qué significa.
La historia y sus personajes son aquí expresados a la vez con sobriedad y desenfado; abundan los tonos de gris que eluden estereotipos. Y cada atisbo de una verdad plausible es tan solo un peldaño en el placentero y largo ascenso de una novela tan intensa como exquisita.
Llueve sobre la Habana
Julio Travieso Serrano
Esta es una novela sobre el amor entre un hombre y una mujer, dos personas frustradas, golpeadas por la vida, de procedencias diferentes, pero con un denominador común, la desesperanza, de la que solo logran escapar cuando se unen y se quieren. Él nos contará su historia y la de ella. Es, además, una novela sobre la pobre Habana de comienzos del Período Especial; de aquellos que las circunstancias han convertido en marginales, de los que han tocado fondo y de los que están a punto de tocarlo, de los que fueron algo y, de golpe, se convierten en nadie, de los que se marcharon o aspiran a irse, de los que se quedaron. La ciudad-personaje en su sordidez, sus carencias, su melancolía, pero con los remanentes de su gran belleza. Entonces, ¿novela del amor? ¿De la alegría de dos seres? ¿De la angustia? El lector decidirá.
La maleta de B.
Atilio Caballero
Se recogen aquí nueve relatos sobre muy diversos temas, aunque todos parecen vincularse a partir de dos percepciones específicas: por un lado, el descubrimiento de la identidad a través de la experiencia del viaje, y por el otro, el sentimiento de pérdida irreparable que significa la ausencia del padre. En todos ellos, un peculiar tratamiento del lenguaje funciona como elemento aglutinador de tales «pesquisas» existenciales. Así pues, todos portan ese hilo comunicante muy sutil de la búsqueda de una respuesta al significado de la identidad y al motivo del viaje como detonador de dicha interrogante. Asimismo, este cuestionamiento de la identidad alude a dos aspectos fundamentales: el lenguaje y la memoria, eje central de los conflictos de todas estas historias, que destacan tanto por su profundidad filosófica como por el empleo de procedimientos estilísticos muy personales que distinguen la obra del autor.
Ensayos
Fina García Marruz
El presente volumen reúne un grupo de ensayos de Fina García Marruz que permanecían dispersos, entre ellos, dos textos clásicos de su producción crítica como «Lo exterior en la poesía» (1947) y «José Martí» (1951). Hallaremos también aquí su medular acercamiento a la poesía de José Lezama Lima («La poesía es un caracol nocturno», 1982), de lectura obligada, por sus precisiones sobre la singular poética de este autor; su amorosa evocación de Samuel Feijóo (1989), tal vez un clásico en su género; y su dedicada lectura de los Versos sencillos, que nos lleva a ver con una nueva mirada estos entrañables poemas que creemos consabidos. Son características distintivas de la ensayística de la autora una poco común intuición crítica y las superiores calidades de una prosa en que filosofía y poesía se unen en aras de transmitir un saber poético sobre la literatura y la realidad.
La flecha está en el aire
Waldo Leyva
Waldo Leyva, con el verbo siempre vigilante, pero jamás inasible o parapetado detrás de gruesas rocas, exhibe hoy una excelencia literaria que lo ubica entre los mejores poetas de Hispanoamérica. […] Cada palabra es un murmullo de latido pleno, cada línea de verso (búsqueda, angustia o esperanza) es un segmento de piel que se dispara. […] En esta antología, o compilación, o selección, o libro simplemente, como resultado de una mágica ilusión creacionista, logran unirse poeta, poema, poesía y sobresalto emotivo. Lo íntimo se vuelve universal, y lo universal se vuelve íntimo.
FIDEL ANTONIO ORTA
Mangos
Laura Restrepo Guzmán
Sobre el relato «Mangos» de la autora colombiana Laura Restrepo Guzmán, merecedor del vigésimo Premio Iberoamericano de Cuento Julio Cortázar, señala el Acta del jurado que lo otorgó porque «expone de modo magistral la violencia y la crueldad que marcan trágicamente a nuestra región». Junto al cuento premiado, este volumen incluye la Primera Mención, conferida a «El dique», del argentino Matías Dalvarade, «por su lograda reconstrucción de atmósferas y personajes de una dramática etapa histórica»; y un número apreciable de Menciones, concedidas por el jurado, dada la elevada cantidad y la alta calidad literaria predominante en los textos recibidos, que sumaron mil noventa y ocho, enviados desde veintiocho países; las merecieron, esta vez, narraciones procedentes de Argentina, Colombia, España y Cuba.
La naturaleza del estío
Luis Manuel Pérez Boitel
La naturaleza del estío es una obra que polemiza. Representa a una poesía innovadora, marcada en lo social y lo espiritual, que nos conduce a determinados estados de ánimo, con textos filosóficos y una estética en su discurso que también va acompañada de un lenguaje preciso y esperanzador. Restableciendo relaciones perdidas entre objetividad y subjetividad, nos trasmite de manera inmediata y directa esa emoción donde confluyen diversas poéticas y una mirada profunda de valores humanos necesarios sobre la familia y el devenir. Su eficaz dramaturgia compositiva y la excelencia de su verso en prosa: «[…] has preguntado por mí en la isla, y nadie sabe decirte por qué no estoy en los lugares públicos, por qué me he inventado una isla […]», junto a su visión de la insularidad y el diálogo que establece perdurablemente con su padre, hacen de este volumen una obra intensa. No es tan solo un ejercicio estético. Sugiere un intento de cambiar las cosas, cuerpos que circundan, realidades intrínsecas: «Me han dicho que sueñe, que todo puede ser posible en medio de la ráfaga que hacen contra ti por el rastro que dejas». El rastro que deja esta Naturaleza revela un mundo y crea otro, mediante un discurso elegante y pleno de fuerza expresiva.
ZURELYS LOPEZ
Me quedaría con la poesía
Luis Rogelio Nogueras
Es un homenaje a Luis Rogelio
Nogueras en el 70 aniversario de su natalicio (17 de noviembre de 1944), donde el
cuerpo fundamental del libro son los poemas dedicados a la poesía y el amor.El libro
comienza con los poemas ¨Cumpleaños¨continúa con ¨Arte poética¨, poemas y poesías
relacionados con lo que es la poesía, y finaliza con una selección de los poemas
más gustados del poeta. El título se debe a la respuesta del poeta a la pregunta
del periodista Orlando Castellano:¿Si tuvieras que escoger entre todos tus oficios,
con cuál te quedarías?¨ Me quedaría con la poesía.
Las impuras
Miguel de Carrión
Concebida por el ilustre escritor cubano Miguel de Carrión en 1919 como unidad temática continuadora del debate iniciado en Las honradas, Las impuras es una novela que arrecia en la lid contra la hipocresía burguesa republicana, la secularizada imagen femenina y su sexualidad vilipendiada, en defensa de su pleno desarrollo futuro. Carrión rebusca en los intersticios de los ambientes de la mujer citadina, desde los reducidos espacios de la amante aristócrata hasta las zonas excitantes del lupanar, en desafío a los pactos instaurados en las letras, que la vorágine de su praxis ficcional enrumban hacia los nuevos códigos de la novela psicosocial y naturalista producida en Cuba.
Silencios y Recepciones. La novela de José Martí
Mauricio Núñez
Durante décadas la crítica ha tendido a relegar la novela Lucía Jerez (o Amistad funesta), de José Martí, a un lugar periférico en la producción literaria de su autor, y a menudo incluso ha guardado silencio sobre ella. En los últimos tiempos, sin embargo, ha habido un renovado interés en el estudio de esta obra, a veces a partir de perspectivas teóricas novedosas. Esto ha sido ayudado, en buena medida, por la edición crítica de la novela, posible luego del hallazgo de los ejemplares del periódico en que originalmente vio la luz. En Silencios y recepciones Mauricio Núñez pasa revista a los avatares de la publicación y posterior recepción de esta novela, analiza su estructura, reflexiona sobre las características de la prosa narrativa martiana, comenta los más recientes acercamientos a su estudio y muestra, de manera razonada y convincente, los valores de Lucía Jerez y su relevante lugar en la narrativa latinoamericana de la época.
Hambres
Carlos Ettiel
Hambres, de Carlos Ettiel, resulta un libro balanceado y múltiple en las historias que cuenta. Fácil, contagioso de leer por la movilidad que imprime a sus viñetas. Textos con un embrión que fabula desde su interior y transmuta a un final inesperado, duro, cruel y que siempre invita a continuar leyendo. Libro sobrecogedor, un abanico de historias bien contadas y estructuradas como un cubo mágico, todas contaminan a la que sigue o antecede por una especie de línea argumental. Un libro bien armado cronológica y escrituralmente hablando, donde los olores de la juventud van presagiando el final de sus personajes que acaso están moviéndose dentro de un adn o historia prevista y fatal, donde el azar poco puede hacer o improvisar más allá del régimen impuesto por la naturaleza narrativa de que presume. NELTON PÉREZ
Cecilia Valdés o La loma del Ángel
Cirilo Villaverde
Según un conocido aserto,
clásico es aquel libro que cada generación de lectores hace suyo, mediante un
proceso de reactualización, misterioso a veces. Esa capacidad para renovarse es
uno de los méritos de Cecilia Valdés o La Loma del Ángel, la célebre historia
de la mestiza que parece blanca. Crónica de época, alegato en contra de la
esclavitud, relación de costumbres, como admite el propio autor, el texto de
más abolengo de todo el siglo XIX cubano, sigue siendo el clásico por
excelencia, el que fusiona argumento y lenguaje, sentido nacional y tono que
ahora llamaríamos sociológico. Cirilo Villaverde atinó con un monolito que
rebasa, inclusive, sus propias ideas acerca de algunos temas caros a su época.
Hasta cuando pudiera parecer que se ase a ciertos lugares comunes —en el
sentido histórico o en el lexical— su novela irradia originalidad y
engendra prototipos que violentan los
límites librescos y se vuelven leyenda.
ROGELIO RIVERÓN
Jorge Mañach ¿Crítico de arte?
Selección de Luz Merino
Jorge Mañach (Sagua la Grande, Las Villas, 1898-San Juan, Puerto Rico, 1961) es uno de los intelectuales cubanos —justo es reconocerlo— más eminentes de todos los tiempos. Escritor, periodista, ensayista, conferencista, filósofo, trabajó denodadamente en favor de la cultura cubana y por la consolidación del espíritu de nación. De él son los títulos Martí, el Apóstol, Estampas de San Cristóbal, Indagación del choteo, Historia y estilo, Teoría de la frontera (libro póstumo). Desde 1922 hasta 1960 —con periodos de mayor o menor intensidad—, publicó en el Diario de la Marina, El País, la Revista de Avance, Bohemia, entre otros seriados, donde ejerció la crítica, asistido por una claridad meridiana y con un estilo inconfundible. Reconocido polemista, admirador del espíritu de contradicción como estimulador del pensamiento, con una ética a toda prueba y una erudicción admirable, consolidó un discurso potente y lúcido cuyas consideraciones sobre arte tuvieron como propósito dirigir el análisis, preparar la sensibilidad y adiestrar el criterio con el fin de orientarlo. A sus opiniones se ha de volver siempre, se compartan o no, para conocer de arte y cultura, y reconocernos en nuestra identidad. Ese ha sido el fin de Jorge Mañach ¿crítico de arte?, selección realizada por la Doctora en Ciencias del Arte Luz Merino (La Habana, 1943), la cual acompaña de un profuso estudio introductorio y adereza con dibujos del propio Mañach o que le hicieron sus contemporáneos. Los signos de interrogación de título se deben a la intención de la profesora, muy a «lo Mañach» de dar su parecer; el lector es quien emitirá un juicio.
El auriga del carro alado
José Luis García
En un país que transita de la guerra civil a un nuevo pero jamás definitivo statu quo bajo fuerzas coalicionistas de ocupación, el doctor M. I. G. Echemendía —ex agente de contrainteligencia y preso político, capaz saxofonista de jazz, anheloso novelista que no supera la intención, médico de inconsistente desempeño— vive su transición personal rumbo a convertirse en un superviviente con tendencia a la mala fortuna o quizá en un suicida algo menos que competente.
El autor rodea a su héroe de personajes tan vivaces como frágiles, todos en pugna por un último trozo de alimento, bocanada de oxígeno o tan solo atisbo de abstracta esperanza. Pero, sobre todo, lo somete al asedio de sus propias palabras, memorias y meditaciones, de los secretos de que es cómplice y víctima, así como de ensoñaciones con artistas y filósofos sin réplicas.
Y a la batalla por encontrar un nuevo yo, se añade el misterio de cómo ese yo habrá de ser. Tal vez sea, después de todo, inalcanzable el ideal equilibrio entre lo ético y lo obsceno, la razón y el instinto, para un sencillo mortal a la deriva en una angustiada nación isleña que se simula y confunde a sí misma dentro de su inconclusa paradoja.
Las Honradas
Miguel de Carrión
En la cúspide de la producción literaria de Miguel de Carrión está su obra Las honradas (1917). Singular oportunidad para confirmar hasta qué punto puede considerarse esta «la novela de la familia» en el conjunto ideotemático y composicional de la creación de su autor y por qué, a pesar del rechazo de parte de la élite habanera republicana, sus valores impactaron al punto de revolucionar ciertas convenciones sociales, insuperadas aún, y colocarla en el escaño de lo más selecto del panorama historiográfico de la literatura cubana. El autor hace de esta una propuesta ficcional, cuyas perspectivas apuntan a destacar su admiración por el patrón femenino en la sociedad del futuro y descubre ante los ojos del lector, y de la mujer misma, «que tiene flores por dentro… que los poetas ignoran».
Sonrisas de acero I. Haslagán
Pavel R. Mustelier Zamora
En Ansea, el mundo habitado, las naciones rivales de los arvos y los airéens han coexistido en un equilibrio precario durante años. Pero esta época de paz está terminando. Ha llegado al trono un rey arvo animado de la implacable ambición de extender su dominio sobre todos los reinos de Ansea y unificarlos bajo su mando. Para ello, sin embargo, necesitará encontrar la mítica espada Relámpago de los airéens, sin la cual su poder nunca estará completo. En el centro de este torbellino de luchas e intrigas está la Aguja Negra, Isstar, sede de los maestros shelbas, una antigua orden de sabios expertos en el manejo de las sonrisas, esas misteriosas plantas cuyas propiedades a veces lindan con lo sobrenatural. En sus manos parece estar la posibilidad de decidir el desenlace del enfrentamiento. Mientras tanto, en los confines de Ansea, viejos poderes no humanos empiezan a despertar y acumulan fuerzas para asaltar una vez más el mundo de los hombres, como en los lejanos tiempos de la Era de la Oscuridad. Libro de lectura absorbente, Haslagán es una novela coral que contiene todos los ingredientes de las buenas historias de fantasía, pero, sobre todo, una galería de personajes creíbles y complejos: hombres y mujeres enfrentados a elecciones difíciles que pondrán a prueba su humanidad.
EL siglo de las luces
El siglo XVIII se dispone a cerrar sus estremecidos telones, una revolución sin precedente y nacida en Francia ha empezado a zarandear los cimientos de Europa toda, sus ondas explosivas alcanzan el Caribe. En La Habana, Sofía, Carlos y Esteban, adolescentes en tránsito de la infinita frontera que separa descubrir un mundo y crear otro, entrecruzan y pronto unen senda vital con Víctor Hughes, marsellés, hombre de insospechados prodigios, que en sus encendidos ideales porta simientes de tiniebla propias.
De las inquietas Antillas al convulso espectáculo europeo, y luego de regreso al origen, nos llevará Carpentier, así como a través de sus francas reflexiones sobre el progreso y la utopía. La novela es teatro de alegorías que delatan la torpe traslación de las doctrinas de la Ilustración al mundo más allá de Europa, generosamente beneficiado con esas salpicaduras de ironía, sagacidad y erudición tan propias de su autor