En la tarde de hoy, como parte del programa teórico de Cuba Digital, la Biblioteca Nacional José Martí presentó cuatro de las novedades del catálogo de Ediciones Bachiller y Morales: Diario Habana 1804 de Alexander Von Humboldt; Ese sol del mundo moral de Cintio Vitier; Socialismo de isla. Cuba: panorama de las ideas socialistas 1818-1899 de Jorge Luis Montesinos Grandías y Cómo surgió la cultura nacional de Walterio Carbonell.
En las palabras de presentación, Víctor Fowler realizó una síntesis magistral de los cuatro títulos, en apariencia no relacionados, pero que constituyen una radiografía de la nación cubana desde diversas aristas.
El intelectual cubano refirió que en los
fragmentos recogidos en Diario Habana
1804 se refleja la preocupación continua de Humboldt por la cuestión de la esclavitud, lo que permite articular
este texto con el de Walterio Carbonell,
profundamente irreverente, desafiante, con tesis escandalosas que han sido más
rechazadas que analizadas.
«No conozco ningún gran análisis que haya refutado las cosas que Walterio
plantea, aunque lamentablemente ha corrido el destino de eso que llamamos
libros malditos de la cultura cubana, su única pareja en Cuba desde otro
ángulo, sería Virgilio
Piñera, con ese libro poema alternativo que es
la Isla en peso.
¿Por qué es escandaloso?
Porque lo que Walterio está diciendo es lo mismo en la historiografía que en el pensamiento supuestamente revolucionario de 1959 —y aquí la escala del escándalo sube―, cuando se hace la historia de la conciencia nacional, se suprime al esclavo porque en el momento en el que se lo integra es cuando se funde con el antiguo amo en búsqueda de la independencia de España, lo que deja fuera todo lo que significa el esclavo. El texto de Walterio obliga a repensar continuamente».
Víctor Fowler prosiguió su
presentación con Ese sol del mundo moral,
libro extraordinario para la historia del pensamiento cubano, signado por la
continua frustración de una nacionalidad plena, justa e independiente. Si bien
no había soberanía con plantación y no la había en la colonia, con la llegada
de los estadounidenses se implantó un sistema mediado que impidió la realización
del ideal de soberanía. De ahí la categoría del imposible histórico, tema
central del grupo Orígenes, no
resuelta hasta el triunfo de 1959. Sin embargo, el tema de la racialidad
introducido por Cintio cuando habla
de Guillén, queda pendiente, pues
hay que pensar en lo que ha sucedido a la Revolución misma con esa desigualdad
con la que empezó.
Este conflicto imprescindible, reflejado también en el libro de Montesinos, es a su vez una respuesta a esta problemática pues aunque el tema de la raza no es central, en su caso la pregunta se desplaza a la justicia. Al decir de Fowler esta es de las grandes propuestas investigativas a partir de la cual podemos reconsiderar elementos de nuestra historia. Montesinos ha ido avanzando hacia un nuevo volumen que complementa la propuesta de Socialismo de Isla para ir incluso más hondo, pues en sus próximos trabajos promete presentar cuerpos más particulares como el anarquismo, la prensa obrera.
Para Fowler resulta fascinante el modo en que estos cuatro libros dialogan y se retroalimentan. «Puedes ir de Walterio a Humboldt, leer el de Montesinos y pensar en el de Cintio». Al finalizar felicitó a la Biblioteca por haber hecho esta selección e incentivó a la institución a «taladrar» más profundo, para que se sigan abriendo caminos de investigación que nos enseñen quiénes somos.
«A veces —refirió―, no nos damos cuenta de lo singular que ha sido la experiencia de este país. A veces comparas y hay una cantidad de producción cultural que no es común y creo que eso debemos rastrearlo e ir descubriendo todo lo que aún ignoramos, los diálogos, las líneas subterráneas. Todo eso está ahí, esperando».