Un coloquio sobre el vínculo entre la literatura y el resto de las manifestaciones artísticas a propósito del libro Lecciones para una liebre muerta tuvo lugar en la sala Alejo Carpentier del Palacio de los Capitanes Generales.
En la cita estuvieron el reconocido intelectual cubano Francisco López Sacha y el propio autor del texto, el mejicano Mario Bellatin.
Durante el encuentro, López Sacha se refirió al vínculo histórico entre las distintas expresiones de las artes plásticas con la escritura, característica inherente, según dijo, a la Cultura Occidental.
El también narrador repasó los principales escritores de la región que mejor mostraron este fenómeno en su obra, con figuras de la talla de Rubén Darío, José Martí y Julián del Casal como precursores.
Asimismo, habló de las influencias que permearon las creaciones literarias de grandes como Alejo Carpentier o Lezama Lima e hizo énfasis en los importantes procesos culturales que se dieron a partir del mestizaje del idioma castellano.
Con un criterio similar Bellatin apuntó que las artes visuales y la literatura tienen orígenes que se entremezclan y por eso, aseguró, no existen diferencias entre ellas cuando intentan interpretar el mundo que los rodea.
Además, consideró que las nuevas tecnologías y códigos de la comunicación van en camino a borrar las categorías y los presupuestos ideológicos que separan las distintas ramas de la creación.
Lecciones para una liebre muerta se trata de pequeños relatos que se alternan y rompen la línea temporal para construir una enigmática narración con lecturas paralelas pero relacionadas entre sí.