¿Se puede ser grande, campeón, exitoso en Cuba?
7 marzo, 2025 por
Evelyn Corbillón Díaz (ACN)
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   ¿Se puede ser grande, campeón, exitoso en Cuba?, sin dudas las respuestas se encuentran en el libro Mijaín López, el gigante que estremeció el mundo, publicado por la Casa Editora Abril y que constituye una compilación de sentimientos tras la quinta corona olímpica del hijo de Bartolo y Leonor.

   En agosto de 2024, en París, Mijaín no solo alcanzó otro título, sino que se confirmó como un ser de otra galaxia, pues nadie en el mundo ha logrado cinco oros en esas justas estivales en una misma disciplina individual.

   Una hazaña que dice a las claras que el pinareño es, por su disciplina, resistencia, pasar por encima de cualquier obstáculo y decir «yo sí puedo», desde la responsabilidad de asumir con orgullo y coherencia el pedacito que le toca, aseveró la periodista Bertha Mojena, compiladora del título presentado en la Escuela de Iniciación Deportiva Ormani Arenado, de la occidental provincia de Pinar del Río.

   Allí dio sus primeros pasos Mijaín, por eso la connotación de llevar el texto a un auditorio de jóvenes atletas que sueñan con ser campeones y seguir escribiendo páginas gloriosas para el deporte cubano.

   Mijaín López, el gigante... recoge los mensajes que en muchos lugares se publicaron durante los días en que se coronó, en forma de crónicas, décimas, caricaturas del momento histórico, explicó Miguel Cruz Suárez, director de la Casa Editora Abril.

   Destacó el riguroso trabajo de selección, búsqueda de los materiales, y la posibilidad de desarrollar, en las primeras páginas del libro, la conversación que sostuvo el General de Ejército Raúl Castro Ruz con Mijaín luego de escalar nuevamente lo más alto del podio olímpico.

   Cerca de las tres de la tarde en Cuba y las nueve de la noche en París del 6 de agosto de 2024, el dios Mijaín López subió al colchón del Campo de Marte y los relojes se paralizaron en su natal Herradura, en todo Pinar del Río, en la mayor de las Antillas y el mundo.

   Todos quisieron verlo cumplir su sueño, que ya era una promesa consigo mismo, con su nación, con su padre Bartolo fallecido un año antes, con su familia.

   El Gigante había llegado a la urbe europea tras un riguroso proceso de preparación física y mental, en el que controló su peso y venció sus casi 42 años de edad.

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