Pablo Armando Fernández nunca se despidió de Las Tunas
22 marzo, 2025 por
Danielle Laurencio Gómez (ACN)
| Sin comentarios aún

   Un fragmento de la novela Los niños se despiden envolvió al auditorio en un mitológico viaje del batey Delicias a Nueva York; y luego de regreso al terruño oriental, una y otra vez en un ejercicio continuo de encuentro con la identidad, el conocimiento del mundo, las despedidas y los retornos.

   Como un viajero del tiempo y las memorias se recordó a Pablo Armando Fernández en uno de los momentos más especiales de la Feria del Libro en Las Tunas, una conversación íntima y certera sobre ese hombre que profesó lo que representa siempre el regreso a casa y con esta novela, con la cual mereció el Premio Casa de las Américas, en 1968.

   «Queremos hacer este homenaje como lo hubiera hecho él, un diálogo entre amigos», dijo el investigador e intelectual tunero Carlos Tamayo Rodríguez como para romper el hielo, «porque Pablo era un gran conversador».

   Así brotaron las historias de cómo la más bella edición del poema «Suite para Maruja» se publicó en Las Tunas y entonces su hija, Bárbara Emilia Fernández González, habló de la Maruja que fue el timón de la casa y de la cabeza, a veces desordenada, de su padre Pablo.

   Bárbara fue la menor de la descendencia de Fernández y resulta invitada especial en este capítulo 33 de la fiesta de la literatura, aunque confiesa sentirse como en casa; en su mirada se le nota la semblanza con su progenitor y en sus palabras, la gratitud y el orgullo hacia «un padre amoroso y presente, que supo estar en los momentos más importantes de sus hijos, a pesar de su ir y venir».

   «Quiero agradecer a Las Tunas y a todos los que han hecho posible este homenaje a mi padre, y como él era un hombre que creía en la existencia más allá de la muerte, desde donde esté hoy nos mira feliz y celebra que yo esté aquí entre ustedes».

   Resulta imposible hablar de Pablo Armando Fernández sin mencionar a Pro-Arte, movimiento cultural que surgió en Las Tunas en la década del 50 del pasado siglo y aglutinó a importantes creadores, con ideas progresistas, como Alfonso Silvestre, Victoria Luisa Licea, Pedro Verdecie Pérez, Rosano Zamora Padín y Gilberto E. Rodríguez.

   Al homenaje, con cita en el Memorial Vicente García, en esta ciudad, asistió Ena Maura Vidal Segura, amiga y cómplice de Pro-Arte, pues aunque solo tenía 10 años cuando conoció a Pablo Armando, su temprana vinculación al grupo de intelectuales le permitió participar en varias de las acciones culturales que organizó el movimiento.

   Ena Maura, pianista, cantante y profesora de arte, rememoró sus vivencias junto a los exponentes de Pro-Arte, entre ellos Pablo, motivo suficiente para asistir a este homenaje luego de cinco años sin participar en eventos culturales, por problemas de salud, a sus más de 80 décadas de vida.

   La donación de fotografías personales y libros de la autoría de Pablo Armando Fernández, de manos de su hija Bárbara, al Centro de Promoción Literaria que lleva su nombre, en esta urbe, marcó con emotividad el compromiso de la familia por seguir germinando aquí, la semilla de la obra del escritor.

   En el mismo mes de su nacimiento, marzo, revive la obra del Premio Nacional de Literatura, en 1996 y quien legó títulos como Golpe de dados, Toda la poesía, Salterio y lamentación, El vientre del pez, Reinos de la aurora, El talismán y otras evocaciones, De memorias y anhelos, entre otros.

   Poeta, novelista y ensayista, Pablo Armando Fernández viajó a otras tierras por designio de la vida y hasta de sus responsabilidades diplomáticas, pero siempre regresó a casa, así lo afirma su propia hija cuando dice: «mi papá siempre se sintió de aquí».

 

Identificarse dejar un comentario