Los textos digitales también tuvieron su espacio de debate en el capítulo provincial de la 32 Feria Internacional del Libro en Granma.
Reunidos el 23 de marzo en el patio del museo Casa Natal de Carlos Manuel de Céspedes, en la ciudad de Bayamo, escritores e intelectuales del territorio analizaron el impacto de la lectura digital en la sociedad actual.
Juan Ramírez Martínez, presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba en la provincia, comentó que la digitalización forma parte de un camino evolutivo, como mismo sucedió en el audiovisual o la fotografía.
Hoy los medios,
herramientas y formatos para leer se han modernizado, permitiendo una experiencia
cada vez más realista e interactiva, y ejemplo de ello son los dispositivos
electrónicos exclusivamente para lectura, señaló.
Sin embargo, dijo, existen inconvenientes con algunos tipos de soportes, pues en caso de utilizar un teléfono móvil, tableta convencional o computadora, pueden llegar a ser perjudiciales para la visión.
Por otro lado, plantean limitaciones a los autores para llevar a cabo detalles como las dedicatorias personales en las presentaciones con público, agregó.
Domingo Cuza Pedrera, moderador del encuentro, argumentó ventajas como la fácil distribución, reproducción y el bajo costo de las publicaciones virtuales; unidas a las posibilidades de sonoras y de animación, gracias a la tecnología.
Edgardo Rodríguez Fonseca, director editorial, refirió la conveniencia del soporte electrónico para las imprentas y centros literarios de Cuba, en función de mantener el hábito de la lectura.
Subrayó, además, la inclinación de las jóvenes generaciones hacia dicha tendencia, y coincidió en que es un avance inevitable, al cual deben incorporarse más escritores.
En general, el panel reconoció la posibilidad de coexistencia de los formatos impreso y digital, aunque a la sociedad cubana todavía le falta mucho por recorrer en lo que respecta al segundo, pues el país apenas comienza a promover sus plataformas oficiales para la comercialización.
Han existido, no obstante,
alternativas como Tienda Ruth, que incluye títulos de autores de la isla,
apuntaron.