Un amor profundo por la literatura, un espíritu crítico y un humor peculiar, casi atrevido, caracterizan a Mireya Piñeiro Ortigosa, escritora, poetisa y editora con una amplia trayectoria que se extiende por décadas y que la convierten en figura imprescindible del panorama literario cubano.
Profesora de Literatura de un centro pedagógico, un rol que le permitió transmitir su amor por las letras a las nuevas generaciones, demostró que esa especialidad siempre estuvo en su vida, como trabajo y placer.
«No me propuse ser escritora, simplemente sucedió, primero fue el placer de leer y luego vino el deseo de dejar constancia emocional de sucesos, de hechos, las cosas se fueron dando, se armaron libros, algunos no salían, y Guantánamo era un lugar muy difícil», evoca.
Ahora, con 70 años, Mireya es la figura central de la Feria del Libro en Guantánamo, un homenaje que la tomó por sorpresa.
«Nunca me lo planteé, estas cosas me cogen de asombro, yo he trabajado para la literatura, preparando ferias, programas, y el hecho de que me hayan distinguido me deja un poco desconcertada».
Entre sus obras más queridas se encuentran Como un eterno saludo, su primer libro, que, aunque describe con humor como «desastroso» en su primera edición, fue corregido y reeditado años después por Ediciones Unión; otros de sus títulos son En lo callado de la hoguera (1994), En la ruta azarosa del velero (1995) y Polvos del Sahara (2009).
Polvos... contó con una trayectoria editorial peculiar, publicado originalmente en formato físico, ahora es relanzado en versión digital, lo cual Mireya analiza con su mirada crítica y detallista.
«El libro digital tiene sus propias características técnicas —explica— desde el índice con vínculos que te llevan directo al capítulo, hasta las notas al pie que, desgraciadamente, ahora en algunos textos las ponen al final, y un libro debe tener todas las comodidades para el disfrute del lector».
Aunque confiesa que ya se acostumbró a los libros digitales, incluso tiene una biblioteca en ese formato, refiere su amor por el libro físico, ese objeto que tanto le fascina.
«Eso me sucede porque fui editora, un oficio que amo profundamente y que realicé con mucha voluntad y gusto», y rememora aquellos años en la Editorial El Mar y la Montaña, donde trabajó durante décadas.
«De alguna manera, aunque no eran mis propias ediciones, me consentí esa malacrianza de echarle un vistazo final a cada uno, un libro tiene gran cantidad de detalles, legales, técnicos, es un trabajo muy bonito y adecuado a mí», detalla, y acota que la edición es una labor poco valorada socialmente.
«Nadie piensa en el editor -dice - y es además un trabajo mal remunerado, pero bueno, cuando haces algo que te gusta, te olvidas de los inconvenientes».
Entre las obras que ayudó a editar sobresale Tao Te King, versión comparada con la Biblia, que comenzó como una lectura personal del original de China, durante los difíciles años del período especial en Cuba, y se convirtió en un proyecto de vida.
«Ese librito me dio como un aliento, fue como una tabla de salvación en aquel momento», recuerda; sin embargo, descubrió aquella edición estaba incompleta y llena de errores, «era un desastre editorial», por lo cual hizo su propia versión y el resultado fue un éxito rotundo, con tres ediciones (2003, 2005, 2012) y miles de ejemplares vendidos, incluso recibió correos de personas a las que les había cambiado la vida.
Crítica aguda de la realidad literaria actual, con su característica franqueza, no duda en señalar que algunos jóvenes escritores de hoy no leen a los autores consagrados, y creen que son iniciadores de algo que ya está hecho.
Sobre la crítica literaria en Cuba considera que está en falta, «¿cómo sabes si algo es bueno o malo si no hay quien te oriente? la crítica es fundamental, no solo para señalar lo que está mal, sino también para destacar lo que se hace bien».
Mireya Piñeiro Ortigosa es, sin duda, una mujer de letras en el sentido más amplio de la palabra, y aunque ahora disfruta de la tranquilidad de su casa, su legado sigue vivo, no solo en sus libros, sino en cada palabra que comparte con quienes tienen el privilegio de escucharla.
Mireya Piñeiro, vida, letras y pasión editorial
20 marzo, 2025
por
| Sin comentarios aún
Dianelis Díaz Bueno (ACN)
Identificarse dejar un comentario