El gremio de autores granmenses se complace al contar con distinguidos exponentes como el poeta y narrador Luis Carlos Suárez Reyes, quien acumula 45 años de vasta trayectoria caracterizada por el dominio del lenguaje y una profunda sensibilidad.
Tales logros justificaron sobradamente la decisión de homenajearlo en la trigésimo tercera edición de la Feria del Libro en su provincia de Granma, por cuanto fueron varios los espacios de intercambio y regocijo junto a colegas, lectores e invitados a la cita literaria, durante sus cuatro jornadas de actividades en la ciudad de Bayamo.
Nacido en 1955 en la urbe costera de Manzanillo, comenzó a pasos aventajados en la escritura, desde la enseñanza primaria, perfeccionándola posteriormente hasta graduarse con excelentes resultados de la carrera de Artes y Letras en la Universidad de Oriente, donde además desempeñó los roles de redactor de la revista Mambí y presidente del Taller Literario Juan Marinello.
La publicación de sus primeros libros marcó el inicio de un camino sostenido por la calidad y la constancia. Con sentimiento, recordó la aparición de Las cigüeñas no vienen de París, una breve, pero intensa obra publicada en Santiago de Cuba en 1989; y Claro de Luna, bajo el sello del Ministerio de Cultura, en 1991.
Poco a poco, dijo, sus textos consolidaron presencia en el panorama literario nacional, de la mano de Ediciones Unión, la Editorial Letras Cubanas y la Casa Editora Abril.
Una carrera en constante evolución le permitió incursionar tanto en poesía como en narrativa, con volúmenes que conquistan a lectores de diferentes generaciones.
La Distinción por la Cultura Nacional y los premios Abril, José Joaquín Palma, Heredia, Fidelia y Bayamo, son solo algunos de los muchos galardones que ha recibido durante su carrera.
En territorio granmense vieron la luz títulos que igualan en calidad a los de cualquier gran sello, y ejemplo de ello es Velas de olvido hacia la nada, poemario impreso en Ediciones Bayamo y que destaca por su belleza formal y detallada edición, subrayó.
Para Suárez Reyes la creación hace 25 años del Sistema de Ediciones Territoriales (SET) significó una transformación radical en el acceso a las posibilidades de publicación, por cuanto viabilizó las oportunidades para los escritores, permitió la aparición de nuevos autores y diversificó el panorama editorial en todas las provincias.
El mismo autor refirió que Granma distingue en ese ámbito por contar con sellos como el ya mencionado Ediciones Bayamo, en la capital provincial; y Orto, en su natal de Manzanillo. Este último vinculado a destacadas figuras como Luis Felipe Rodríguez y Manuel Navarro Luna.
«Además de rescatar la producción local, dicha casa editora publicó a escritores de renombre, incluidos Senel Paz y Francisco López Sacha; y su impacto resulta igualmente significativo para la preservación de la historia regional, con libros que han salvado del olvido valiosos testimonios», expresó.
A su juicio, el SET tiene en la actualidad tres retos fundamentales: perfeccionar los procesos editoriales, fortalecer la organización de las colecciones, y garantizar un criterio riguroso en la selección de obras.
Pese a las dificultades con los insumos, insistió en la importancia de mantener la creatividad e impulsar las ediciones digitales como una alternativa viable.
Con esos y otros muchos criterios, sueños e ideas, Luis Carlos pondera que celebrar este 25 aniversario sea también motivo ideal para reconocer la expansión de la literatura cubana, y el esfuerzo de quienes hicieron y hacen posible la publicación de autores en cada rincón del país.
Su propio recorrido, agregó, constituye un testimonio del impacto del sistema, que ha enriquecido el acervo literario nacional, y es pieza clave para asegurar la continuidad de una tradición cultural imprescindible.