Durante la conferencia «Perspectivas de posicionamiento del libro electrónico: Cuba en circunstancias concretas», del escritor Jorge Ángel Hernández, coordinador del Programa Nacional del Libro Digital en Cuba (PNLDC), se realizó un llamado urgente a reflexionar sobre el futuro del libro en la era digital.
Hernández comenzó su intervención comparando al libro con inventos trascendentales para la historia de la humanidad como la cuchara o la rueda. «Una vez que se inventa, no se puede conseguir algo mejor» afirmó, haciendo eco de la importancia perdurable del libro en la cultura.
Sin embargo, advirtió de los retos que supone la evolución tecnológica ineludible en este campo y reconoció las infinitas posibilidades de expansión cultural que ofrece el formato electrónico.
A su vez, abrió debate la interrogante sobre el futuro de ese formato en la Mayor de las Antillas: ¿Tiene Cuba la tecnología necesaria para desarrollar y posicionar su literatura en este nuevo formato?
La respuesta, según él, es clara: «No, no la tenemos», y con ello extendió el panorama a dos grandes corrientes: los apocalípticos que ven un futuro sombrío y los optimistas que creen en la capacidad de adaptación.
Hernández instó a los presentes a trascender el pesimismo y a explorar nuevas rutas para el desarrollo del libro electrónico en Cuba, por lo que señaló la importancia de aprovechar la capacidad intelectual en función de comprender este fenómeno.
El coordinador del PNLDC enfatizó en la necesidad de socializar el conocimiento y avanzar hacia una transformación productiva en el contexto literario cubano.
A pesar de las limitaciones tecnológicas, destacó que la literatura cubana ha demostrado una resiliencia notable en la edición, corrección y diseño de publicaciones —parámetros que han crecido a niveles profesionales—, y sugirió que esta fortaleza podría convertirse en un servicio exportable.
Durante la conferencia que tuvo lugar en la 33 edición de la Feria Internacional del Libro de La Habana, en la Fortaleza San Carlos de La Cabaña, resaltó el trabajo de las casas editoriales cubanas y del Sistema de Ediciones Territoriales en este sentido.
En un mundo literario que avanza rápidamente hacia lo digital, es importante hacer un llamado de acción urgente a las casas editoriales y escritores para no quedarse atrás ante ese cambio inevitable.