La religión, la economía, el empoderamiento juvenil y femenino y otros temas de la realidad cubana llegan a la 33 Feria Internacional del Libro de La Habana (FILH 2025), respaldados por los autores del Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas (CIPS).
Algunos se preguntarán para qué sirve estudiar estos tópicos en tiempos tan convulsos, pero en textos como La economía social y solidaria en Cuba: fundamentos y prácticas para el desarrollo socialista, de Rafael Betancourt, y La religión ante los desafíos del siglo XXI; Estudios socioreligiosos en Cuba y América Latina; 40 años de historia del Departamento de Estudios Sociorreligiosos. Sistematización de resultados científicos, todos de un colectivo de autores, se hallan respuestas para poner en práctica cambios necesarios y urgentes en Cuba.
Para Yohanna Lobelle Rimada, psicóloga y jefa del Grupo Cambio Humano del CIPS, la presencia de este centro dedicado a las ciencias sociales en la FILH resulta fundamental, por su misión de colocar sobre el tapete temas que repercuten en la realidad cubana.
En sus más de cuatro décadas de creada, esta institución no se detiene en hurgar en las particularidades de la sociedad de la Mayor de las Antillas y no permite que sus investigaciones permanezcan engavetadas, sino que las pone a disposición de las transformaciones sociales que el país necesita.
Los saberes de su colectivo de especialistas han tomado forma de libros físicos y llegaron hasta la Feria para que todos los lectores tengan acceso a ellos y que sirva como referente de otros proyectos.
“No es lo mismo escribir ciencia que convertir una investigación en un libro, porque hay que colocarse en la posición de los públicos que accederán a tales conocimientos y que esperarán soluciones concretas en las propuestas que hacemos como autores”, consideró Lobelle Rimada.
Las obras dedicadas a la religión, por ejemplo, están bajo la tutela del Departamento del CIPS que se centra en esa temática, y presentan una sistematización de estudios sobre las creencias religiosas en Cuba y Latinoamérica durante varias décadas. Como una especie de paleta de colores se presentan los criterios de los expertos en torno a la religiosidad, que dan al traste con la idea del sabio Don Fernando Ortiz de ese gran ajiaco que es esta isla del Caribe, y que demuestran el respeto a la fe individual.
“Lo importante es que los destinatarios de estas páginas, sean científicos sociales o no, conozcan de la diversidad de prácticas religiosas reconocidas, como sucede, por ejemplo, con una deidad como San Lázaro, ampliamente estudiada en este volumen”, comentó la psicóloga.
En los textos del CIPS los lectores encuentran un universo de cultura general inagotable, tal es el caso de La economía social y solidaria en Cuba: fundamentos y prácticas para el desarrollo socialista, que en formato digital recoge temáticas pertinentes y actuales, entre ellas las formas emergentes de economía, el emprendimiento y el liderazgo femenino en nuevos modelos de negocios en el país. “La obra de Rafael Betancourt coloca las miradas hacia los caminos por los que transita Cuba en función de su pleno desarrollo”, anotó la también jefa del Grupo Cambio Humano del Centro.
Finalmente, se presentó el anuario del CIPS, que recopila el quehacer investigativo de este espacio primordial para la nación. Más que un laboratorio científico, este Centro se ha convertido en un sitio para soñar a Cuba desde propuestas novedosas que se traducen en estrategias y políticas públicas en beneficio de las personas. “A la par que investigamos transformamos la realidad que nos circunda, por eso tratamos que las ideas de los expertos sean tomadas en cuenta para la toma de decisiones”, señaló la psicóloga.
Hitos como el Código de las Familias y la implementación de políticas que protegen a los trabajadores y a las personas en situación de vulnerabilidad, así como a las mujeres, la niñez, las adolescencias y juventudes, denotan la responsabilidad del CIPS de cambiar, para bien, el presente y el futuro de Cuba.