El escritor y ensayista colombiano, Julio César Londoño, conversó este jueves 20 de febrero con intelectuales cubanos acerca de los géneros de cuento y ensayo. El encuentro tuvo lugar en la sala de presentaciones José Antonio Portuondo de la 33 Feria Internacional del Libro de La Habana.
Para Londoño, el ensayo literario es un género que requiere mucha investigación, pero cuando un ensayista se adentra en un tema, no investiga y publica de forma inmediata. Para ese momento, el autor ya indagó, porque ha tenido el tema en la cabeza y en el corazón durante un buen tiempo, lo ha leído, lo ha pensado, lo ha sufrido y lo ha llorado, después comienza a escribir, explicó el colombiano.
El autor cafetero considera a la ensayística algo más que un género, lo incluye en parte sensible del entramado sociocultural. Así mismo, él extiende las fronteras del ensayo hasta el canto del poeta y las historias de los narradores.
«El ensayo es un género que en Colombia no tiene mucha salida editorial. No hay programas de fomento para este género, y está fuera del foco de los eventos literarios nacionales», lamentó César Londoño.
En cuanto al cuento, el autor dijo que existe un predominio de las escritoras en Colombia. «De 10 buenos cuentos colombianos que se hacen hoy, 7 son escritos por mujeres, todos con una sensibilidad especial en el lenguaje», explicó.
Julio César Londoño es un escritor apasionado del cuento y del ensayo, además es crítico literario y biógrafo. Es autor, entre otras obras, de la novela Proyecto piel (2008), de los libros de cuentos Los geógrafos (1999) y Cuentos exactos (2016) y de los libros de ensayo y divulgación científica Por qué las moscas no van al cine (2004) y Los pasos del escorpión y otros ensayos (2017).
Ha sido ganador también del Concurso Nacional de Cuento, del Premio de la Cámara de Comercio de Bogotá en 1988 y 1989 con sus cuentos «El suicida» y «La matrona babilónica», respectivamente, del premio Jorge Isaacs de ensayo, de Cali, por su texto «La ecuación del azar», del premio Alejo Carpentier, de La Habana, en 1992 por su cuento «Sacrificio de dama» y del premio Plural de Ensayo, de México.