En la mañana de este 19 de febrero, como parte de las actividades del Salón Profesional incluidas en el taller de editores, la doctora Caridad Valdés, profesora de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana, impartió la conferencia titulada «Derecho de autor. Límites al derecho de autor en el entorno digital (NFT e IA)».
La profesora inició la charla con un repaso sobre las principales normativas de la actual Ley de Derecho de Autor. Así, aclaró que la nuestra sigue la pauta de enumeración de las obras de su precedente, que incluye a las producciones literarias en calidad de obras originales y derivadas y solo se reconocen si son creaciones humanas pues recalcó: «El derecho de autor es privativo del espíritu humano que son expresión de la inteligencia y la sensibilidad humanas».
Se comprende como creación original en el sentido que lleve la impronta personal del autor. No se identifica con la novedad sino con la manera de trasmitir la idea y puede ser perceptible bajo cualquier soporte. No importa el mérito según la opinión, ni el género, mientras la obra sea exteriorizada.
Sin embargo, surge en el momento de la creación y su registro es decorativo y facultativo del autor.
Lo esencial es el respeto a la integridad de la obra del autor. Incluso su derecho a la no mejora de su obra. Por otra parte, acepta el retiro de la obra bajo indemnización por los gastos en los procesos realizados.
Esta normativa busca un justo equilibrio entre el acceso a la cultura y el derecho del creador.
La ley ha existido históricamente, pero el avance tecnológico ha impactado de manera positiva. Las redes han dado accesibilidad. Algunos autores devienen su propio editor, corrector y comercializador. Algunos lo logran con mayor o menor éxito.
A pesar de las bondades de la tecnología aún existe mucho temor entre los autores respecto al derecho del autor digital. El peligro de la utilización no autorizada de su obra o el plagio y la piratería se agudiza en el entorno digital. Ante ese fenómeno las posiciones son muy diversas.
Actualmente existe mucho debate alrededor del mundo de las IA. Reconocer autoría a la IA no es posible porque la tecnología es autónoma y opaca. El humano introduce los datos, pero luego la creación no es de él.
Ahora bien, las bases de datos se nutren de textos ya escritos que sí tienen derecho de autor. Los programadores de las IA pueden tener derecho sobre las app, no así sobre el resultado que genere a partir de las peticiones específicas del usuario. Este es un tema a debatir. Tiene aún muchas cosas que pautar, pero hasta el momento no se reconoce la autoría de las IA.
Finalmente, la doctora Valdés explicó que la tecnología de NFT no está regida por el derecho de autor, pero puede ser su aliado, pues su método de trazabilidad hace posible la localización y no modificación de la obra original.