La 33 Feria Internacional del Libro de La Habana traspasa las paredes de su sede hasta los lugares más recónditos. Ejemplares como Doce cuentos negros y El principito, de la colección «Biblioteca del Pueblo», llegaron en forma de donativo a la bibliocasa en el barrio El Fanguito, del capitalino municipio de Plaza de la Revolución.
Promovida por el Centro Provincial del Libro y la Literatura en La Habana, la iniciativa permitió llevar más de una docena de títulos y ponerlos al servicio de los habitantes de esa comunidad.
Encargada desde hace dos años de la bibliocasa, Olga Acosta Zamora, puso su vivienda a disposición de niños y jóvenes especialmente: «Cuando necesitan libros para trabajos de la escuela, o porque les interesa alguno, acuden aquí. El libro se les presta durante una semana y luego lo regresan».
«Yo siempre intento sugerirles alguno de cuentos, y en el caso de que lleguen donativos de libros infantiles, sobre todo, para colorear, los repartimos entre ellos», cuenta Olga.
Invitada por el Instituto Cubano del Libro, Nayeli Moreno Gutiérrez, directora de Formación y Desarrollo Artístico de la Secretaría de Cultura del Estado de Veracruz, de México, formó parte de esta cruzada literaria con el objetivo de establecer vínculos con proyectos cubanos vinculados a la promoción literaria, y extender la experiencia a su país.
Como experiencia, las bibliocasas se han extendido a todas las comunidades. Zenaida Cabrera Arango, delegada de la circunscripción 56 del consejo popular El Carmelo del municipio Arroyo Naranjo, explica que estos espacios tienen el propósito de facilitar el acceso de los jóvenes y niños a la literatura desde el año 2021.
«Durante el año el consejo popular realiza distintas actividades con payasos, magos, música en vivo, a fin de acercar a los más pequeños a la cultura. La Red Verde, por ejemplo, organiza talleres en la comunidad a favor del medio ambiente, haciendo recogidas de materias primas, actividades de dibujo entre otras.
«En una época donde es cada vez más común la tecnología hay que buscar la forma en la que los niños se acerquen a los libros», agregó Cabrera Arango.
Acompañó a la delegación la mexicana Nayeli Moreno Gutiérrez, directora de Formación y desarrollo Artístico de la Secretaría de Cultura del Estado de Veracruz con el fin de crear vínculos con los proyectos de biblio casas cubanas para implementarlos en su país.
Diversas instituciones, como la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, la Presidencia de la República o librerías municipales, adscritas a los Centros Provinciales del Libro y la Literatura han realizado donaciones de libros desde el comienzo de este empeño comunitario.