Alguien más leyó un libro en Matanzas, si leer es crecer, entonces crecimos, aseguró hoy Ulises Rodríguez Febles, destacado dramaturgo cubano, durante el cierre del capítulo matancero de la 33 Feria Internacional del Libro, que desde el miércoles último centró la atención de público de todas las edades.
En la clausura de la fiesta cultural, escenificada en el Castillo de San Severino de la urbe de Matanzas, Rodríguez Febles aseveró que la esencia de la Feria radica precisamente en fomentar la lectura, un propósito cumplido si se toma en cuenta la masividad con que la juventud local acudió a los espacios en que se desenvolvió el programa.
«Hemos visto a miles de niños, adolescentes y jóvenes interesados en adquirir libros clásicos de la literatura universal, salidos de la pluma de Tolstói, Cervantes o Dostoievski, o de los máximos exponentes de la tradición literaria cubana y eso reconforta», ahondó el autor de Minsk y Las últimas vacas van a morir.
De acuerdo a datos oficiales divulgados por el Centro Provincial del Libro en la occidental provincia de Matanzas, de forma preliminar se habían comercializado más de 16 mil ejemplares, hasta este domingo, con un monto recaudado de cerca de cinco millones de pesos.
«En lo que respecta a mi persona me siento feliz con los reconocimientos que me realizaron durante el transcurso de la Feria, siempre es bueno sentirse querido y creo que los espacios donde confluyen lectores y escritores deben mantenerse más allá del programa de un evento, que debe ser el momento cumbre para los aficionados de la lectura», opinó Rodríguez Febles, uno de los autores a los que estuvo dedicado el certamen local.
Durante el cierre de la cita, que contó con presencia de Virgilio López Lemus, escritor al cual se le dedica la Feria en todo el país, se rindió tributo al país invitado de honor, la República de Sudáfrica, en un escenario que resguarda como pocos la tradición africana en la Isla y con la participación de la agrupación Muñequitos de Matanzas.
Este domingo aconteció, además, la inauguración de una muestra especial dedicada a Virgilio López Lemus en el Museo Provincial Palacio de Junco, así como también un dinámico encuentro entre niños y actores del grupo de teatro El Trébol Gitano, en la casa de ediciones Vigía.
Otra vez la Feria del Libro, sobrepuesta a los retos del contexto, permitió la coincidencia, la promoción, el homenaje y alentó el acceso a las letras cubanas y universales en Matanzas, ciudad que se enorgullece de su tradición literaria.